Pienso

Eval Araya Vega¹

27 de marzo

La convicción de que la vida se debe vivir con alegría y fuerza vital es el principio para la sobrevivencia de nuestra colectividad. Iveth Barrantes

En lo que digo con tanta convicción en el aula:

que toda crisis es obligación de crecimiento y mejora

que crisis es cambio

que el cambio no puede no ser

que nada ni nadie pueden terminar con nuestras ilusiones

que la imaginación es el recurso obligado en la dificultad

que el humanismo solidario y empático es indispensable para logros consolidados

que compartimos todos una sola nave en la que no debe haber extranjeros, ni fronteras, ni dueños, ni jerarquías

que todo saber es necesario dependiendo del contexto

que nadie sobra, que todos hacemos falta

que nadie es menos, que la especie es más por cada otro

que no son los individuos sino el colectivo

que no es la competencia sino la solidaridad

tampoco la desconfianza sino la caridad

que es necesaria una antilógica sistémica para no perdernos en el abismo del absurdo y del sin sentido

que el miedo es fuente necesaria de energía, y nunca de parálisis

que la incertidumbre profunda es la materia para atisbar la certidumbre total

que no somos familia por accidentes genéticos sino por convicción moral

que no son las familias civiles, sino la humana, la única auténtica

que para templos está el planeta tierra, donde nadie está perdido sino todos encontrados

que para oraciones solo una vida adecuada

que de la fe no se sigue la religión sino la certeza existencial

que desde que despertamos sapiens no ha pasado un solo segundo

que urge un salto evolutivo-biológico cuyo telos sea el bien común de consenso

que todo ser vivo está a la misma distancia de la muerte

que mientras todo sea de muy pocos, todo es muy débil e insignificante

que el sistema es ficcional y se sostiene de la banalidad y el dogma

que trabajar es biológicamente necesario, pero el empleo invento sistémico prescindible….

Y ahora

que no puede derrotarnos un virus

ni biológico

ni cibernético

ni siquiera dos

ni siquiera todos

porque si uno es tragedia, temor, desolación

mayorías humanas aún más desamparadas

no es el virus

es el sistema

ficción instituida como destino manifiesto

complicidad de cada uno y de todos

confusiones unas sobre otras

mentiras instituidas como verdades

verdades ocultas como engaños

mitos consagrados como certezas

ilusiones falsas que enajenan siempre

que no es una derrota el virus

es desnudez del sinsentido y la miseria

deber de renovación

manos necesitando manos

una sola piel extendida por muchos cuerpos que reclama el ejercicio máximo del afecto auténtico

de la razón crítica e iconoclasta

de la moral con temple, sin fisuras

no es tragedia sino posibilidad total y sin límites

es crisis que obliga al cambio

cambio que solo puede llevar a la mejora.

¹Doctor en Filosofía por la Universidad de Costa Rica. Docente e investigador. Secretario Ejecutivo de la Rectoría de la UCR. Presidente de la Academia de Filosofía de Costa Rica.