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TRAYECTORIAS DE LA INVESTIGACIÓN y DESAFÍOS ACTUALES en la ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL

María Lorena Molina M. (*)

Resumen

Este artículo se refiere a las trayectorias teóricas que se debaten en torno de la investigación en el campo del trabajo social, insertas en la dinámica de la historia contemporánea. Se ocupa de registrar los rumbos tomados en el desarrollo temático de la investigación académica en la Escuela de Trabajo Social, en relación con el contexto de la particularidad costarricense. Concluye con algunas reflexiones sobre los desafíos existentes para producir conocimiento crítico con relevancia y pertinencia social en consonancia con la creciente barbarización de la vida social expresada en una complejidad de expresiones de la cuestión social, una minimización de las respuestas del Estado y un fuerte retorno hacia el asistencialismo, control, represión, criminalización de la pobreza y protesta ciudadana

Descriptores: trayectorias investigación, Escuela Trabajo Social Costa Rica

Recibido: 4-4-2023 Aceptado: 15-6-2023

(*) La autora es trabajadora social. Profesora catedrática emérita de la Universidad de Costa Rica. Doctora Honoris Causa de la Universidad Andrés Bello El Salvador. Investigadora y docente. Exdirectora y expresidenta de ALAETS-CELATS y cofundadora de ALAEITS.

RESEARCH TRAJECTORIES AND CURRENT CHALLENGES IN THE SCHOOL OF SOCIAL WORK

María Lorena Molina M. (*)

Abstract

This article considers the theoretical trajectories under debate, as related to research in the field of social work, inserted into the dynamics of contemporary history. It deals with recording the directions taken in the thematic development of academic research at the School of Social Work, while referencing the specific context in and of Costa Rica. It concludes with some reflections on the challenges and barriers that exist to producing relevant and socially pertinent critical knowledge, in line with the growing barbarization of social life, as expressed via sophisticated expressions of the social question, a minimization of State responses, and a strong return to welfare assistance, control, repression, and the criminalization of poverty and citizen protest.

Keywords: research trajectories, School of Social Work Costa Rica

Received: 4-4-2023 Accepted: 15-6-2023

(*)The author is a social worker. She is an emeritus professor at the University of Costa Rica. She is Doctor Honoris Causa from the Universidad Andrés Bello, El Salvador. Researcher and teacher. Former director and president of ALAETS-CELATS and co-founder of ALAEITS.

Introducción

Ubicar la investigación en la dimensión académica del trabajo social para producir conocimientos con rigor científico es un propósito que también se refleja en la investigación de los objetos de trabajo profesional.

En el periodo que tuvo como principal característica la formación de profesionales, la enseñanza de la investigación estuvo referida a los procesos de aprehensión de los objetos de trabajo desde el enfoque clásico mediante los procesos de caso, grupo, comunidad y sus procedimientos. El conocimiento generado, desde el estudio de las situaciones -objeto de estudio- provenientes de las singularidades humanas, se enfocó básicamente en el presente del sujeto y se contextualizó en relaciones sociales reducidas. Esto permitió describir y explicar los fenómenos a partir del funcionamiento y adaptación de los sujetos a sus contextos inmediatos. Posteriormente, en los años sesenta, con el desarrollo del movimiento de “reconceptualización”, la investigación se vincula a las propuestas del llamado “método básico o integrado”, así como a las intenciones de elaborar propuestas metodológicas fundadas en la dialéctica.

En este artículo no nos ocuparemos de este período del desarrollo de la profesión ni de la génesis de los debates sobre la investigación para producir conocimiento distanciado de la matriz positivista y de las miradas estructural funcionalistas. El acento se colocará en una panorámica sobre los debates que se generaron a partir de los años finiseculares del siglo XX en América Latina1 para luego concentrar la atención en nuestro país y, en particular, en la trayectoria de la investigación de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica a partir de los años setenta2 . Se concluye con una elaboración que, desde el criterio de la autora, incluye los desafíos por encarar en la década de los años 20 del presente siglo.

En síntesis, nos ocuparemos de:

1. El contexto y las comprensiones sobre la investigación en los años finiseculares y los albores del siglo XXI.

2. La gestación y las trayectorias de la investigación en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica (ETS\UCR).

3. Aprendizajes derivados y algunos desafíos presentes.

1. EL CONTEXTO Y LAS COMPRENSIONES SOBRE LA INVESTIGACIÓN EN LOS AÑOS FINISECULARES Y LOS ALBORES DEL SIGLO XXI

La particularidad de América Latina, inserta en la totalidad social, muestra, a partir del segundo quinquenio de los años 70, las singularidades de cada país, en los que existen regímenes dictatoriales o democráticos. Entre ellas pueden mencionarse el tránsito hacia otro orden económico sustentado en el neoliberalismo: los efectos de la crisis del capitalismo asociada a la crisis de los precios del petróleo, la recesión y las primeras críticas al estado social de derecho. Además, América Central vive en esta década una gran convulsión social y política que se incrementa con las consecuencias de un proceso de seudoindustrialización que atrajo población rural a las ciudades, pero que no fue absorbida en el ámbito laboral, lo que originó la denominada “marginalidad social”.

Los años noventa mostraron las consecuencias del nuevo patrón de acumulación de capital en los países centrales y periféricos. Patrón caracterizado por el toyotismo-onismo; o sea, por una forma de recuperación de la tasa de ganancia basada en el desempleo, el trabajo precario escudado en el eufemismo del “emprendedurismo”, la flexibilidad productiva y laboral. Una reconversión productiva que permitió a los países periféricos convertirse en exportadores de materias primas, de acuerdo con las reglas establecidas en el comercio internacional que favorecían al gran capital.

Todo ello se acompañó de la “descentralización del Estado” y la “participación de la sociedad civil”, que no fue más que la privatización de empresas y servicios públicos rentables y el traslado de funciones sociales a las organizaciones caritativo-filantrópicas actuales, con formatos de organizaciones religiosas y laicas, encubiertas en las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones o redes comunitarias o, también, en actividades como la responsabilidad social empresarial y el voluntariado.

Además del desempleo y el empleo precario, se suman a este panorama las consecuencias de la pérdida progresiva de los servicios públicos en términos de calidad y cobertura: la salud, la educación, la asistencia y seguridad social, la infraestructura pública (sanitaria, educativa) y los programas de vivienda de interés social, las comunicaciones, el retroceso en la expansión de la seguridad social entre otros; servicios que materializaron las conquistas laborales de las décadas anteriores. Todo esto impactó negativamente las condiciones de vida de las clases medias y de los sectores populares. En pocas palabras: la clase que vive del trabajo vive dramáticamente sus posibilidades de reproducción.

La década de los años noventa revela con extrema crudeza cómo los intereses del capital avasallan los intereses del trabajo, lo cual se resume en el patrón toyotista-onista y la expresión acuñada por Behring (2006) “la contra-reforma del Estado”, lo que el neoliberalismo llamó: el ajuste estructural de la economía, la reforma social y la reforma del Estado. Esto es la minimización de las funciones estatales a favor de los intereses del trabajo, para maximizar el apoyo al capital.

Las manifestaciones de la cuestión social-fuente de los objetos de trabajo profesional- son la contracara del avance del capital sustentado en el conocimiento científico-tecnológico que potencia las fuerzas productivas y la acumulación, cada vez mayor, en uno de los polos sociales; lo que concentra más la riqueza y profundiza la desigualdad social.

Los movimientos sociales han avanzado en la conquista de derechos, expresados en leyes; pero las condiciones para dotarlos de materialidad y traducirlos en servicios sociales dejan la conquista en el texto y no en hechos, porque la inversión social pública se reduce progresivamente.

Las demandas por servicios sociales crecen, pero no la materialidad de la política social; y el empleo decrece en el aparato público. Cada vez más, la lógica del capital internacional presiona hacia la concentración de plusvalía. La cuestión social se manifiesta en condiciones de vida caracterizadas por la ausencia de acceso a los derechos económicos y sociales, organizaciones sindicales debilitadas y una política social cada vez más focalizada. Este es uno de los mayores desafíos para la producción de conocimiento desde la investigación en trabajo social.

En el terreno ideológico, la alternativa al capitalismo expresada en las experiencias del socialismo real arremete contra la utopía de un mundo diferente; el viejo debate en la ciencia social coloca en el escenario la crítica hacia las teorías omnicomprensivas para pasar a sobrevalorar el sujeto, la comprensión, el “giro lingüístico” o sea, analizar lo que está en la mente de los sujetos y NO en su realidad, para enfatizar cómo es interpretado por los sujetos. El relativismo se posiciona en la escena del debate teórico-metodológico. Se subraya que no hay una única realidad sino tantas como el sujeto interprete. Según este enfoque, la realidad está en la mente, no en las condiciones históricamente construidas por la humanidad que median su constitución como ser social.

En este contexto económico, social, político, cultural, ideológico propio del llamado pensamiento único del neoliberalismo, la exacerbación del sujeto individual y la llamada posmodernidad interpelan nuevamente el desarrollo teórico metodológico del trabajo social.

Se interroga al trabajo social a partir de su manera de comprender y posicionarse en la realidad social y de la visión de mundo que lo fundamenta. Lo anterior deriva necesariamente en la concepción de profesión (o disciplina para otros) y en la discusión teórico-metodológica y ética. O sea, la interpelación refiere a la interrogante: ¿desde cuál teoría social nos explicamos críticamente lo que acontece? Puede ser que lo cuestionemos o lo naturalicemos, o que aceptemos o rechacemos los valores que sostienen una visión hegemónica del mundo.

El debate teórico metodológico que -por supuesto- implica a la investigación es asumido desde diversas aristas y expresa la fragmentación que lo caracteriza como resultado de las formas de concebir la profesión, sus fundamentos históricos teórico-metodológicos y su direccionalidad ético-política. A este debate asistimos con las viejas temáticas y enfoques que no lograron provocar rupturas; sino, sobre todo, arrastrar continuidades.

Todas las contribuciones sobre la investigación, sus premisas y enfoques deben ser comprendidas en el contexto particular en el que se originan, porque son fruto de las condiciones sociales y teóricas que posibilitan determinadas formas de ver, interpretar y actuar, o sea, desde el conocimiento posible y sus límites. Queda claro que coexisten diversas concepciones de la profesión y, dentro de ellas, también hay matices. La polémica profesión-disciplina sigue viva, asociada a la forma de entender la ciencia social o las ciencias sociales (Molina, 2019).

Marchas y contramarchas en la investigación desde el marxismo

Entre las contribuciones del Celats destaca la de Netto, JP. (1992): La investigación en Trabajo Social. En ella se publica la conferencia titulada: “La producción de conocimiento en Marx” de Joao Antonio de Paula, importante contribución a este debate:

…existen marxismos en plural. Primero el pensamiento derivado de la obra de Marx y Engels3. Segundo el marxismo de los partidos políticos que hacen una deformación y una especie de “vulgata bíblica”. En tercer lugar, el “marxismo crítico” o sea, el que afirma que el marxismo es un pensamiento histórico y por tanto no es verdad absoluta. Sartre dijo “el marxismo es la filosofía insuperable en nuestro tiempo”, entendiendo, que mientras el capitalismo permanezca, el marxismo será el instrumento analítico más adecuado para desvendar el mundo, porque su objeto es la realidad capitalista (1992:29-57).

Me interesa destacar, desde el pensamiento marxista, lo referente a la producción de conocimiento, en tanto guarda correspondencia con las aspiraciones de un trabajo social latinoamericano de orden crítico sobre las relaciones sociales vigentes; pero, a su vez, sitúa históricamente las posibilidades de una profesión que se coloca en la bisagra de las contradicciones sociales del orden capitalista.

Suscribo esta concepción de profesión y sus fundamentos ético-políticos y por ello la desafiante tarea de construir congruencia desde los fundamentos teórico-metodológicos. Por lo tanto, la comprensión de la investigación desde la teoría social que la sustente es tema relevante, aunque poco discutido en lo que atañe a los procesos de enseñanza y al ejercicio profesional.

El pensamiento marxista, continuando con el autor JA de Paula citado, tiene tres dimensiones: filosófica, materialista y política. Sus dos ideas fuerza son: ser materialista porque establece la antecedencia del ser con relación al concepto, o sea, la realidad antecede al pensamiento de la realidad. La segunda idea fuerza de la obra marxiana es la dialéctica de la realidad social no la de la naturaleza4.

En la concepción materialista de la historia no hay un determinismo de lo económico. Lo fundamental es que las sociedades para sobrevivir necesitan producir y para reproducirse materialmente lo hacen mediante el trabajo y, el objeto del trabajo es apropiarse de la naturaleza. Entonces tenemos tres elementos (constantes): el sujeto del trabajo, el objeto del trabajo y los instrumentos de trabajo para apropiarse de la naturaleza5.

Marx destaca un cuarto elemento (variable) el no trabajador y cómo este subyuga al conjunto de la sociedad e impone reglas de trabajo, producción y distribución.

Lo central es la producción material en tanto es la reproducción de la sociedad y así cada modo de producción configura un momento histórico particular.

Entonces la realidad es dialéctica, es movimiento contradictorio o sea una fuerza hegemónica que domina y una fuerza subalterna que puga por posicionarse como hegemónica. El sujeto y el objeto viven una tensión dialéctica, todo el tiempo convulsionado, por tanto, el método tiene que moverse, acompañar las sinuosidades del objeto.

Continuamos con J.A. de Paula, quien destaca:

…el método no puede ser diferente al objeto. No existe linealidad por el camino de lo real. Se mueve por la negación, la contradicción. ¿Entonces cómo captarlo? Por las mediaciones, o sea captar el ser, lo real explicitando sus potencialidades, revelándose. La razón sagaz registra el movimiento del mundo de modo sinuoso, contradictorio. Esto es decisivo. El desarrollo del ser es la explicitación de las potencialidades o sea revelándose y transformándose. Superar la comprensión de la apariencia porque esta encubre el verdadero significado6.

El mundo no se revela de manera transparente, y el instrumento que sea capaz de captar esto, tiene que ser un instrumento que se mueve en la sinuosidad, capaz de incorporar lo nuevo y capaz de transformarse.

En la alienación –Marx- destaca el mundo de las apariencias, las cuales encubren las esencias o sea las determinaciones. La forma de penetrar las esencias es por medio de la praxis y una visión de mundo que comprende que ese mundo no se presenta de modo transparente.

En el proceso de investigación- afirma J.A. de Paula-, el camino se abre a todas las fuentes e instrumentos que permitan recoger los datos empíricos y poder comprender el movimiento del objeto. Pero lo empírico no es lo real, es un momento de lo real7.

En Marx, la exposición no sigue la cronología historicista. La exposición es el pasaje de la totalidad simple (la semilla) a la totalidad compleja (el árbol). La totalidad simple contiene todo lo fundamental, es el concepto que contiene las potencialidades del ser o sea es el paso de lo abstracto a lo concreto, es la concretización sucesiva de las diversas instancias de esa realidad. Lo abstracto es lo concreto simplificado. Lo concreto es la síntesis de múltiples determinaciones8.

La exposición tiene una forma lógico-genética a partir de la forma más simplificada con que la realidad y su metamorfosis se presentan.

Sintetizar los elementos anteriores es de capital importancia, en tanto que, desde mi perspectiva, comprender los fundamentos del método histórico dialéctico junto con una visión clara de la crisis contemporánea del capital constituyen el primer desafío y la plataforma fundamental para un programa de investigación que busque producir conocimiento crítico con argumentaciones sólidas y rigor científico.

En el texto mencionado, organizado por J.P. Netto (1992), se incluyen otras contribuciones al debate finisecular.

Alba M. Pino de Carvalho (1992: Op.cit:75-102) señala que el desafío es comprender que la llamada crisis de los paradigmas de las ciencias sociales –tan proclamada en estos años noventa- es un viejo debate y que se posiciona en relación con la crisis del socialismo real.

La complejización de lo social propicia la síntesis entre los análisis macro y los micro. Lo anterior aparece en términos de la relación que se establece entre sujeto y estructura; o sea, entre enfoques de estructura y enfoques culturalistas. Ese diálogo ya fue proclamado por Bordeau cuando se refirió al diálogo entre las teorías. En la época actual, en esta discusión se manifiestan los que “declaran la muerte al marxismo” y los que defienden el marxismo desde una posición ortodoxa. La conferencista se pregunta: cómo abrir el diálogo sin incurrir en eclecticismo en un contexto donde se instala la radicalización de la vieja polémica entre racionalismo e irracionalismo; es decir, el viejo debate en la ciencia social entre objetividad y subjetividad.

Ella se pregunta, ¿cómo salir del impase de esta polémica? Ella misma responde que algunas alternativas vienen de Castoriadis, Heller, Arendt y Habermas. Opta por Habermas y la razón integral, el paradigma sujeto-sujeto y la hermenéutica en términos del sentido y la interpretación de los significados dentro de la lógica dialéctica: una propuesta de racionalismo crítico aunado a la dialéctica hermenéutica como recurso metodológico.

Myriam Veras Baptista (Netto,J.P.,1992: pp 59-74) señala que el lado más aparente en la acción del servicio social es la respuesta que da a asuntos inmediatos planteados en la cotidianeidad; respuestas que suelen ser provisionales y rápidas, y se desarrollan por aproximaciones; pero esto no significa que la esencia del servicio social sea la inmediatez, porque los asuntos concernientes a la inmediatez de lo cotidiano tienen significación estructural, histórica. Por lo tanto, deben responder a una intencionalidad que la supere en procura de cambios más profundos en la situación objeto de intervención.

El punto -señala Veras- está en asumir la demanda institucional y reconstruir el objeto desde la manera en que teóricamente se mira. La teoría que se asume determina el método: la definición del método está implícita en la teoría social adoptada. De allí que haya que interpretar correctamente la expresión: “el objeto determina el método”. Sí, pero el objeto reconstruido desde la teoría, del modo de ver, comprender y explicar.

Subraya la autora citada: “…no es la amplitud del objeto en el contexto de las relaciones sociales el punto clave”; el gran desafío es instrumentar el enfrentamiento de lo cotidiano desde esa perspectiva. Lo anterior está ligado a una incorporación crítica (no ecléctica) de los saberes construidos en la sociedad: incorporación y superación9. Es esa incorporación crítica la que hay que ejercitar.

La autora de este artículo considera que no es pertinente denominar métodos a las técnicas que capturan datos cualitativos o cuantitativos; no es adecuado abordarlos separadamente, sino que debe partirse de las posibilidades que ofrecen por tratarse de herramientas o instrumentos que son parte de un método que permite aproximarse al conocimiento del objeto. En cuanto a la enseñanza es adecuado el conocimiento y el manejo de las técnicas más afines con los procesos de aprehensión de los objetos de trabajo; pero, además de construir los tópicos o preguntas en relación con los requerimientos del objeto y los objetivos de la investigación es crucial subrayar la plataforma teórica desde donde se interpreta. Es fundamental -a mi juicio- condensar en la enseñanza de la investigación los fundamentos ontológicos y epistemológicos, la dimensión ético-política y la dimensión técnico-operativa para la recolección de datos, ordenamiento, descripción e interpretación. Pero, desde mi perspectiva, es necesario incluir y fortalecer la perspectiva para lograr una aprehensión de los objetos de estudio desde su complejidad constitutiva. Lo anterior implica desvendar la historicidad del objeto, su origen y desarrollo; el cual, a su vez, es mediado por una historia social desde la totalidad social.

La revista Temporalis (2005:9) compila artículos sobre la temática que aquí se trata, y que fueron expuestos en el IX Encuentro de Investigadores (ENPESS). En este encuentro se llamó la atención sobre la investigación de situaciones concretas y sus determinaciones macroestructurales, como condición necesaria para superar el desfase entre el discurso genérico sobre la realidad social y los fenómenos singulares con los cuales el TS se enfrenta cotidianamente para develar las posibilidades de la realidad.

En la misma revista Ivette Simionato (pp. 51-62) destaca el avance de la investigación desde el trabajo social en la producción de conocimientos en relación con “los macroprocesos sociales”. No obstante, observa que todavía persisten dificultades en la mediación de las situaciones particulares que actúan como objetos de trabajo en la profesión. Esto constituye un gran desafío en la actualidad.

La autora interroga acerca de ¿cómo problematizar y atribuir un trato teórico y, por tanto, producir conocimiento sobre las demandas que se circunscriben al campo profesional superando la postura de denuncia?

Margarita Rozas (pp. 72), en su exposición reafirma la misma línea y resalta la importancia de construir líneas de investigación. Entre ellas menciona una línea relacionada con la intervención.

Ma. Lorena Molina (pp. 15-47) coloca el tema –entre otros- del predominio de la enseñanza de la investigación desde la perspectiva epistemológica y de su consecuente acento en la aplicación de un método a la realidad. Llama la atención sobre los dilemas actuales y sus implicancias en términos de la aprehensión de la realidad desde diversas perspectivas. Resume tales perspectivas en los siguientes términos: a- enfatiza el sometimiento a leyes inmutables y a la sobrevaloración del objeto sobre el sujeto; b- la perspectiva comprensiva- interpretativa prioriza el sujeto sobre el objeto y, c- la mutua implicación dialéctica objeto-sujeto desde la perspectiva ontológica del ser social. En esta última perspectiva reafirma el desafío de la producción de conocimiento de los objetos de trabajo profesional en su historicidad y desde una mirada teórica.

Carmelita Yasbeck, (pp.147-179) cita a Octavio Ianni para destacar que el pensamiento crítico -fundamento de una teoría social- no es indiferente a un punto de vista social y político. Siempre hay que dudar de aquello que parece convincente, de lo establecido, porque no podemos acomodarnos a lo establecido como condición del compromiso social y político. En esa línea de razonamiento continúa destacando que: “el poder social de las prácticas tiene mucho que ver con el conocimiento que las orienta”. Citando a Bourguignon (2004), Yazbeck señala que las transformaciones societarias del capitalismo contemporáneo enfrentan el trabajo social a una extensa e inquietante agenda de cuestiones que exigen una construcción de conocimiento comprometido con las demandas específicas de la profesión y sus posibilidades de enfrentamiento. Señala el “descompasso” entre la investigación que no consigue trabajar la universalidad contenida en el singular y que no hace vínculos con la comprensión teórico-metodológica…” El desafío es aclarar las mediaciones contenidas en esa realidad y querer que, desde ahí, resulte un conocimiento que sirva y, de alguna manera, contribuya a fundamentar teóricamente procesos emancipatorios.

Más adelante Yazbeck, en relación con el tema del posicionamiento posmoderno, (que busca rescatar valores negados por la modernidad, creando un universo fragmentado, relativo y fugaz) planteará un asunto muy relevante: la complejidad de la cuestión no está en el acercamiento a cuestiones micro sociales locales o que involucren valores, afectos, subjetividad humana –cuestiones de necesario enfrentamiento-, sino, más bien, en el rechazo a la razón.

Es la descontextualización y la ausencia de referentes históricos, estructurales, que no reconocen que los sujetos son históricos, encarnan procesos sociales, expresan visiones de mundo y tienen identidades sociales construidas en relaciones sociales más amplias. Tales relaciones se explican en teorías sociales más abarcadoras donde el particular gana sentido en relación con la totalidad social.

En otras palabras, descubrir las mediaciones constitutivas del objeto de estudio y de trabajo; mediaciones que condensan la universalidad expresada en las particularidades sociohistóricas y, por tanto, se contienen en la historicidad de las singularidades humanas.

Janet Prates (pp.131-145), destaca la importancia de la aprehensión del método y de sus categorías constitutivas como condición para un proceso de trabajo competente. Explicita el potencial del método materialista dialéctico e histórico para fundamentar los procesos investigativos esenciales para una intervención. Destaca la categoría contradicción dialéctica como inclusión plena de contrarios. Señala que no basta explicar esas categorías, sino que hay que reconocer que poseen un fundamento, un punto de partida, una base objetiva real: la realidad posee aspectos cambiantes y antagónicos. Para desvendar las contradicciones no basta la reflexión, constatar oposiciones, es necesario resaltar su conexión en una unidad que las compenetra; buscar las mediaciones con la totalidad; es decir, usarlas para penetrar los nexos constitutivos de la realidad.

Prates cita a Hobsbawn (1989) para referir los procedimientos utilizados por Marx:

a. Análisis de la estructura de las relaciones sociales. Estructura es “realidad en movimiento, conexiones temporales que se reproducen durante cierta época histórica antes de desaparecer, dejando lugar a otras”.

b. Pasar de las conexiones visibles a la estructura oculta. Lefevre (1991) afirma; el entendimiento “analiza, separa, divide” y debe hacerlo. La razón agrupa, se esfuerza por encontrar el conjunto de relaciones. Toda relación puede ser captada en su estructura aparente y estructura interna. Marx prioriza reconocer la estructura antes de la historicidad.

c. conocer su historia (génesis, desarrollo movimiento, transformación). Para rescatar la génesis -Marx- emplea dos procedimientos: primero parte del presente y retorna al pasado para descubrir el proceso que permitió ese presente (regresivo) y el segundo procedimiento (progresivo) partiendo del pasado regresa al presente para mostrar su desenvolvimiento, o sea, el curso de las transformaciones ocurridas en el objeto, en cortes históricos definidos desde ese mismo movimiento.

Conviene destacar que se rescata una historia (el curso de las transformaciones ocurridas) y no la historicidad (movimiento que realizan los sujetos y es el reconocimiento de su historia constitutiva).

d. la relación de correspondencia entre la estructura económica y las otras estructuras de la sociedad.

e. los sistemas económico-sociales son sometidos a leyes fundadas en el desenvolvimiento de las contradicciones internas de su estructura.

Concluimos esta primera parte con la esperanza de haber dejado, en quienes den lectura a este texto, la motivación para realizar un debate fecundo -tan solo con estas reseñas, que no han de ser las únicas- y con preguntas urgentes sobre cómo se propone este debate en los procesos de formación profesional, cuáles enfoques son hegemónicos en lo que a enseñar y hacer investigación social se refiere, en correspondencia con la comprensión que se tiene del trabajo social y la visión de mundo que lo sustenta.

Urgente es la ampliación de la formación posgraduada en el nivel doctoral para sentar las bases académicas del desarrollo de la investigación y de la formación de profesionales con competencias para los procesos investigativos en tiempos muy complejos ante la galopante desigualdad social, las discriminaciones, las expresiones de violencia social, las migraciones transfronterizas y las regresiones en derechos humanos y en inversión social. Todo ello acentuado por el funcionamiento del sistema económico que se debate entre el globalismo imperial de la post II Guerra Mundial o las multi hegemonías que se manifiestan en la actualidad. La crisis del capital del 2008 muestra escenarios de pauperización, una política social pobre para los pobres, con el protagonismo de organizaciones de empresarios bajo la consigna de la responsabilidad social y con organizaciones caritativas religiosas que reeditan los tiempos de los primordios de la profesión

La aprehensión de los objetos de investigación y de los objetos de trabajo contenidos en la constitución de las historicidades de las singularidades humanas (individuos, parejas, familias), pequeños grupos, organizaciones de base comunitaria, territorios están urgidos de rupturas e inflexiones medulares para superar investigaciones que terminan en descripciones de hechos o procesos sedimentados en las transcripciones de narrativas de los sujetos, pero carentes de interpretaciones sociohistóricas. Además, es urgente también posicionar el ámbito de la investigación evaluativa desde el trabajo social sobre los procesos de trabajo sustentados en organizaciones y redes de organizaciones que operan la política social mediada por sus condicionantes legales, presupuestarios, culturales, e ideológicos. Reconocer las estrategias de gerencia que existen y se configuran como parte del “emprendedurismo profesional” en el marco de las transformaciones que ocurren en el mundo del trabajo y la “des-protección social” que conllevan estas modalidades insertas en las estrategias de tercerización y privatizaciones.

2. LA TRAYECTORIA DE LA INVESTIGACIÓN EN LA ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL

En el apartado anterior de este artículo se reseñó el debate sobre la investigación y se señalaron algunas urgencias desafiantes. En esta segunda parte el objeto es, en primer término, sintetizar el recorrido de la génesis de la investigación académica en la Escuela de Trabajo Social. Se omite referirse aquí al proceso de desarrollo de las competencias éticas, teóricas, metodológicas y técnicas en el proceso de aprendizaje de la investigación por parte de los y las estudiantes durante su proceso formativo.

También se hará un reconocimiento de los desafíos que se enfrentan a partir de un breve registro de lo transitado en el pasado para, desde allí, plantear algunas reflexiones.

En este recorrido se mencionan tendencias temáticas, estructuras y procesos académico-organizacionales del desarrollo de la investigación principalmente vinculados con la docencia y la acción social

2.1 Problematizar la realidad social desde la categoría clase social y de su decline progresivo

Durante las décadas 70 y 80 del siglo pasado, la búsqueda e identificación de la temática de la investigación referida a las problematizaciones de la realidad social costarricense y a los sujetos de atención del trabajo social estuvo presente en el debate académico con el propósito de construir coherencia en el viraje hacia los fundamentos preconizados en las discusiones del movimiento de “reconceptualización” (transformación y emancipación).10 Lo anterior se evidencia en el análisis del contexto que fundamentó el currículo de la Escuela de Trabajo Social en 1976 (Cf. Romero, M.C., Molina M.L.1991).

En ese marco se prioriza la investigación relacionada con la docencia en los siguientes objetos de estudio:

a. Condiciones de vida y de trabajo de la clase trabajadora referida a grupos sociales populares y a sus organizaciones de base (campesinos, obreros agrícolas, obreros industriales, organizaciones cooperativas agrícolas, sindicatos obreros, movimientos campesinos). El Catálogo de los Trabajos Finales de la Escuela de Trabajo Social,199211, informa también sobre estos temas, también lo hacen los informes de sistematización de las prácticas académicas realizados por los y las estudiantes como muestra de una estrategia pedagógica integradora de la investigación, la docencia y la acción social.

b. El Estado capitalista y las características de la política social. Esto fue una inflexión importante con respecto a la comprensión descriptiva del bienestar social. Hubo esfuerzos iniciales para problematizar orientaciones y concepciones en los procesos de formación de la categoría Estado-política social.

c. El inicio de un proceso progresivo de integración como espacio de enseñanza -aprendizaje en una triple dimensión:

i.la relación teoría práctica,

ii.la relación de la investigación con la docencia y la acción social,

iii.la relación estudiantes-docentes-sectores populares- profesionales en trabajo social sostenible en una estructura curricular que le dio cabida mediante los procesos de supervisión académica.

En el siguiente cuadro se resumen los aspectos medulares del Plan de estudios 1976 propuesto concomitantemente con las discusiones del II Congreso Universitario 1972-73 y las conclusiones del IV Seminario Latinoamericano de escuelas de Trabajo Social realizado en Coronado, Costa Rica (1974).

1Este apartado se apoya en un acápite del capítulo III del libro de la autora titulado Hacia una intervención crítica en trabajo social (2013). Espacio Editorial. Argentina.

2El segundo componente de este artículo tiene su origen en un documento de trabajo elaborado para la Comisión de Investigación de la ETS\UCR en I ciclo lectivo del año 2021.

3Recordemos las fuentes del marxismo:

a. Idealismo alemán y la concepción dialéctica del mundo. Desde el pensamiento marxista dialéctica no es simplemente un método es el contenido del ser o sea la realidad es dialéctica. En consecuencia, captarla significa asumir las determinaciones basadas en la idea de movimiento. La “realidad” es un permanente devenir, permanente superación, permanente movimiento. La contradicción de la realidad es la forma de moverse. Para Marx una dinámica en espiral no circular como en Hegel.

b. Economía política clásica del siglo XVII-XIX que tiene como referente clave el trabajo, tanto en Locke como Smith y Ricardo. Marx responde a las mismas preguntas de estos autores y a otras nuevas, pero las responde diferente.

c. Pensamiento político de los socialistas franceses: Fourier, Saint Simon, Proudhon y Blaqui, quienes se plantean una nueva organización social de producción y distribución del producto y esto pasa por la constitución de un partido. No son suficientes los sindicatos. La conquista de esa realidad social será por la vía de la revolución.

4El filósofo napolitano Vico escribió en el siglo XVIII sobre la diferencia entre la historia de los hombres y la historia de la naturaleza y destacaba: la historia de los hombres la construimos la otra no. Podemos transformarla mas no la construimos.

5Esta idea es de una gran importancia para las discusiones del proceso de trabajo implicado en el trabajo profesional. Será retomada de la obra de Marx y desarrollado en la obra de Marilda Iamamoto y en Yolanda Guerra con la categoría: instrumentalidad. Esto permitira´-según mi modo de entender - contener y superar el enfoque centrado en la relación TS- usuario o cliente para entender el objeto de estudio y trabajo como resultado de mediaciones históricas.

6Contener y superar la apariencia en la aprehensión de los objetos de estudio y de trabajo, que suele quedar expresada en relatos descriptivos sin movimiento, o sea atrapados en un presente, es a mi modo de entender un desafío de mucho peso en la actualidad para el trabajo profesional y la investigación académica.

7Lo real contenido en el objeto de la relación profesional no es transparente. Por ello el desafío es superar la transcripción del relato del sujeto o sea de lo empírico observado y conocido. El manejo del instrumental de la investigación de naturaleza cuanti y cualitativa es básico, pero no suficiente. Nos permiten obtener el dato. Pero, ¿cuál dato interesa? De allí el poder de la pregunta. ¿Qué y cómo indagar, consultar, escuchar, retornar, encuadrar debe permitir captar el objeto que se revela en sus expresiones constitutivas? El pensamiento del sujeto profesional debe percibir, representar, abstraer el origen y transformaciones, inflexiones, rupturas y continuidades de las tendencias que configuran el objeto. De allí que NO se pregunta desde el sentido común; se pregunta desde una direccionalidad ética y un fundamento teórico. La competencia teórica es parte de la competencia metodológica.

8Joa Antonio de Paula, cita a Kosik para mencionar que el autor denomina El capital como la Odisea de la categoría mercancía.

9No estoy excluyendo de la formación profesional los aspectos técnico operativos que refieren a la comunicación en la relación profesional, porque como ya ha sido dicho por Iamamto (1982): el lenguaje es un instrumento importante de trabajo, por medio de él problematizamos descripciones, interpretaciones y construimos caminos para la comprensión crítica y para la acción. La observación, la entrevista y todas sus posibilidades son muy importantes, pero no son el instrumento per se, lo fundamental. Lo fundamental es ejercitarse en la razón crítica que captura el movimiento del objeto en sus mediaciones y en la posibilidad de transformación que contiene.

10Recuérdese que los años 60 y 70 configuran condiciones desarrolladas por el capitalismo central y sus repercusiones en las periferias que imponen, al servicio social, un cuestionamiento sobre sus valores, enfoques teóricos y métodos al confrontarlos con las condiciones de vida de la población rural y urbana. Las contribuciones de Theotonio Dos Santos, Cardoso y Faletto, Marini, Torres Rivas, y otros contribuyen a la comprensión de nuestra América Latina en los procesos del desarrollo, subdesarrollo-desarrollo y la marginalidad social resultante de la explotación y expulsión de la fuerza laboral.

11Ese Catálogo de los Trabajos Finales de Graduación fue una excelente iniciativa coordinada con la Dirección de la Biblioteca Eugenio Fonseca T. en el marco dela celebración del 50 aniversario de la fundación de la ETS. Sin duda una gran contribución para el estudio del estado del arte de los problemas de investigación de futuros proyectos.

Institucionalización de la integración en el proyecto de investigación titulado: “Los grupos sociales populares (GSP), sus organizaciones y las respuestas de la política social”. Desarrollado con base en los fundamentos de la investigación cualitativa y participativa.

-Reforma curricular 1976. Fundamentada en bloques temáticos y crediticios, y en los talleres como modalidad pedagógica participativa e instancia facilitadora de los procesos de integración.

Los problemas generadores se corresponden con una lectura de aspectos relevantes y pertinentes de la realidad nacional y con ejes articuladores de la investigación. Son los ejes estructurantes de cada nivel del Plan de estudios:

II nivel: condiciones de vida y de trabajo de los grupos sociales populares (GSP).

III nivel: las respuestas organizadas de los GSP (sindicatos, cooperativas, organizaciones comunitarias).

IV nivel: las respuestas del Estado desde la ejecución política social.

V nivel: la política social como respuesta a las necesidades y los problemas de los GSP.

Los talleres son la estructura operativa de la triple integración de los niveles del Plan de estudio. La estructura de bloques semestrales superó la autonomía de los cursos. Los contenidos de los bloques se desagregaron en siete áreas temáticas con contenidos sobre fundamentos históricos y teóricos de la realidad nacional, de la teoría social. La práctica supervisada estaba centrada en el conocimiento derivado de datos empíricos, su descripción e interpretación. La orientación de los talleres derivó de los proyectos de formación y de investigación citados.

Los seminarios latinoamericanos de Alaets influyeron en estos procesos con el debate y la investigación desde el Celats sobre la política social.

Esta experiencia, desarrollada en el periodo comprendido entre 1976 – 1992, demostró como desarrollar un programa de investigación cuyo objeto se refleja en los ejes temáticos del plan de estudio, desde categorías relevantes para el Trabajo Social en sus tres dimensiones constitutivas: formación o reproducción de la profesión, producción de conocimiento y ejercicio profesional. Esas categorías son “cuestión social” evidenciada en condiciones de vida, organizaciones y movimientos sociales de la clase trabajadora: “Estado y política social”. Aunque fuese estudiado anteriormente, y se hubiera descrito la política social, esta fue una inflexión muy importante para superar el enfoque del bienestar social.

Esta experiencia -que se retrotrajo al contexto del Plan de estudio 1993-95, al eliminar la estructura de bloques semestrales y retornar a la formación, de acuerdo con la vieja estructura de segmentación según asignaturas-; sin embargo, conservó la modalidad de taller como estructura y proceso pedagógico central de las prácticas preprofesionales. Años después, este aprendizaje sería sometido a un proceso de mejora en los albores del siglo XXI referido a los procesos de autoevaluación para la acreditación.

En los años 90, la lectura del contexto relevante para los procesos institucionales de orden académico evidenció las siguientes trayectorias.

Priorizar, desde la profesión, áreas temáticas del contexto costarricense que son relevantes y prioritarias para el Trabajo Social en tanto los desarrollos sociohistóricos del llamado ajuste estructural son fuente de problematización de la vida familiar y social de los sujetos de atención social.

Sin embargo, se diluye la categoría clase social y adquiere relevancia la denominación y fragmentación poblacional en grupos, según edades; y se retoman las familias como sujeto, pero sin referenciarlas a la clase trabajadora como categoría histórico-teórica. Esto sucede en un escenario (no muy fecundo en argumentaciones) de debate académico, concerniente a visiones y concepciones sobre la profesión en cuanto el retorno a lo clásico o el avance hacia lo critico histórico.

Los años finiseculares muestran la pertinencia de focalizar la atención en temas que se constituyen en lineamientos institucionales para formular proyectos de investigación, de acción social y para la selección de los centros de práctica pre-profesionales. Esos temas fueron:

A. pobreza, exclusión y calidad de vida

B. deterioro de la salud y la salud integral

C. deterioro del ambiente y desarrollo sostenible

D. violencia social

E. democratización de la vida cotidiana y la convivencia social

F. exclusión, participación social y ciudadanía plena

Fuente: Molina, M.L y Romero, M.C. (1991)

La integración de la investigación con la docencia y la acción social se debilitaron como política institucional en los procesos de trabajo y dieron lugar al desarrollo de proyectos a cargo de docentes según sus intereses intelectuales; mientras que las iniciativas de acción social y la selección de centros de práctica buscaron alinearse con las temáticas identificadas como áreas significativas. Para entonces la estructura curricular solo mantenía la práctica académica (talleres) como escenario de posibilidades de integración, pero como iniciativa de algunos docentes y no como política institucional. Estas singulares experiencias de integrar la investigación con la docencia y la extensión docente universitaria se desarrollaron en el ámbito de dos proyectos: la participación y la democracia local en municipalidades (Molina, M.L.; Romero S.M.C.; Ruiz, A.I.); y en el tema sobre la violencia intrafamiliar en el cantón de San Carlos (Campos, I. Méndez, N.).

Se mantuvo el interés por estudiar la formación profesional, su relación con la intervención profesional y la política social. Además, se incentivó la producción de conocimiento materializado en publicación de artículos, se generaron insumos para mejorar la formación ya fuera mediante la renovación de los programas de los cursos o las posibilidades de proponer reformas curriculares con nuevos cursos y con la producción de textos didácticos en cuanto a la intervención y la gerencia social (Molina, M.L.; Morera, N.; Romero, M.C.; Romero R. C.M.).

2.2 Los albores del siglo XXI. La lectura del contexto colocada como brújula para la carta de navegación

Durante las primeras dos décadas del siglo XXI se mantiene el foco de interés temático en los llamados “desafíos contextuales”, los cuales fueron objeto de mayores caracterizaciones por parte de la Sección de Investigación; comprensiones al tomar datos de investigación de los informes del Programa Estado de la Nación, resultados de TFG y otras fuentes.

Estos desafíos contextuales fueron formulados en los siguientes términos:

A. De la pobreza a la calidad de vida en igualdad de condiciones

B. Del deterioro de la salud a la salud integral

C. Del deterioro del ambiente al desarrollo sostenible

D. De la violencia social a la democratización de la vida cotidiana

y la convivencia social

E. Del autoritarismo y la exclusión a la participación social

y la ciudadanía plena

Estas temáticas que sintetizan prioridades hacia las cuales dirigir la vida académica orientada por valores como la excelencia, la justica social, la solidaridad y la democracia le dan soporte a los ejes que cruzan los desafíos contextuales para la profesión, a saber: derechos humanos como plataforma ética de la profesión; sujetos de atención de la política social según clase social, género, edades, movimientos sociales; políticas sociales y formación profesional.

El tema sobre la formación profesional progresivamente se posiciona como objeto de estudio y se desarrollan investigaciones a cargo de docentes realizados por Molina, M.L: y Romero M.C. y de estudiantes del posgrado en Trabajo Social Esquivel, F.; Fallas, Y. y Villegas, C.

En el contexto de las autoevaluaciones para la reacreditación, todo lo anterior converge en procesos participativos significativos desde donde derivan las llamadas: “medidas de mejora”. Entre ellas: la relevancia y pertinencia de colocar como norte para la identificación de problemas de investigación, objetos de estudio en la docencia y objetos de la acción social: las cuestiones derivadas de las áreas significativas o “Desafío contextuales”.

La génesis del programa “Desafíos contextuales constarricenses para la investigación, docencia y acción social” (Prodeco) fue la respuesta a la necesidad de retomar la integración de las funciones sustantivas ante los desafíos que interpelan el trabajo social costarricense.

Mediante un proceso reflexivo de un grupo docente se estructuró el programa de investigación para someterlo a los procesos de evaluación internos de la Comisión de Investigación y, posteriormente, inscribirlo en la Vicerrectoría de Investigación, donde fue aprobado por un plazo de cinco años.

Para construir una estructura organizativa congruente con la complejidad del Prodeco fue necesario superar el carácter funcional y transitar hacia una estructura matricial “contexto-céntrica”, acorde con las redefiniciones de las funciones sustantivas y de su integración. Fue necesario dar mayor flexibilidad y coordinación -horizontal y vertical- a la estructura organizativa para el desarrollo de los proyectos, de manera que se integraran en una estructura-madre. Esta estructura-madre con sus actores organizacionales fue aprobada en asamblea de Escuela y formó parte del Plan de Desarrollo Estratégico de esos años. Los ámbitos de toma de decisiones fueron los siguientes:

- Asamblea de Escuela formula decisiones político-académicas estratégicas las cuales son previamente construidas en el Consejo Académico conformado por las coordinaciones de cada sección

- Las secciones y sus respectivas comisiones gerencian y administran la puesta en marcha de las decisiones estratégicas y tácticas.

- Los equipos de nivel, los núcleos integradores de las tres funciones sustantivas las operacionaliza en los equipos gestores e integradores de la docencia, la investigación y la acción social denominados “Nidias”.

Después de la experiencia iniciada en 1976 con el proyecto Grupos Sociales Costarricenses, la gestación y desarrollo del Prodeco marcó un segundo momento de inflexión y maduración al organizar los procesos de trabajo académico y priorizar el estudio de las expresiones de la cuestión social delimitadas en los denominados Desafíos Contextuales. Además, se conformaron equipos que conjugaron los intereses intelectuales con las prioridades institucionales con el fin de integrar sus tareas de investigación, docencia y acción social en una estructura de naturaleza matricial.

Lo anterior se visualizaba como “escenario de fortalecimiento del talento humano, de la producción de conocimientos, del camino de la excelencia académica en un marco de debate plural desde perspectivas teóricas, que priorizaran forjar pensamiento crítico en coherencia con los fundamentos de la UCR y de la ETS”. Así se forjó, en el debate interno, el conocido Prodeco (Programa de desafíos para la articulación de la investigación, docencia y acción social mediante la estructura operativa de los llamados Nidias (Núcleos de Investigación, Docencia y Acción Social), que funcionó con desiguales desarrollos desde el 2008 hasta el 2015. No obstante, se constituyó en un semillero de desarrollo y especialización del talento humano para la atracción de jóvenes estudiantes y graduados con vocación universitaria: una potencial cantera para las futuras generaciones de docentes e investigadores.

Aunque la estructura curricular mantuvo la existencia de cursos (no se retornó nunca más a la estructura de bloques académicos de temas y créditos), el mapeo y la clasificación de los cursos teóricos y de los talleres se alineó con los temas de los llamados Desafíos Contextuales, lo cual facilitó la incorporación de docentes y estudiantes en estudios y debates, y una ruptura fundamental en la enseñanza de la teoría y métodos en Trabajo Social

Otro asunto que merece ser destacado es la institucionalización de uno de los núcleos temáticos focalizado en los “Fundamentos históricos, teóricos, éticos y metodológicos del Trabajo Social”. Esta iniciativa de extremo valor en el marco de la investigación básica inició como centro de estudio y debates. Fue un escenario desde donde se visibilizaron argumentaciones sobre la existencia de diferencias teóricas en la comprensión del trabajo social. Se discutió a partir de la tradición crítica marxista referida al trabajo social crítico y, desde otras tradiciones post modernas y renovaciones, se debatió sobre el trabajo social clásico. La discusión acerca del trabajo clínico-terapéutico, así como la gerencia social también fueron objeto de polémicas.

Aunque el núcleo no tuvo la sostenibilidad anhelada, sí se evidenció la derivación de proyectos de investigación sobre la cuestión social y los fundamentos del trabajo social y, también, sobre derechos humanos (según datos de la Sección de Investigación).

Después de que Prodeco concluyera su periodo de vigencia en el 2015, se evidenció el desarrollo de experiencias investigativas diversas y no articuladas a esfuerzos de integración de las tres funciones sustantivas.

Al finalizar Prodeco concluyeron las opciones de desarrollo de la integración de la investigación, la docencia y la acción social como estrategia para el desempeño académico, la potencialización de la producción de conocimiento con rigor científico y la construcción de las condiciones institucionales estratégicas para la excelencia.

La puesta en operación de la estructura organizativa de base no logró superar una incipiente iniciativa, pues no contó con la suficiente voluntad política ni se comprendió su valor.

El informe final del Prodeco (VI-215-A8-901) incluyó las apreciaciones evaluativas hechas por M. Alfaro (1995) y, tal y como se indica en el Informe de Gestión (T. II 2015- 2019) presentado por Castillo, C.M. (2019) concluyó sus funciones.

Durante ese periodo otros proyectos fueron desarrollados con temáticas como las siguientes:

- Reseña Histórica del proyecto ED-1798: Creando Oportunidades para el desarrollo personal y profesional: una experiencia de Educación Abierta en la Universidad de Costa Rica.

- Cuestión social, fundamentos del Trabajo Social y tradición marxista en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica 2004-2016.

- Derechos humanos y Trabajo Social: ¿Subsumir la emancipación?

-Análisis de los trabajos finales de graduación de licenciatura. Escuela de Trabajo Social, UCR: 1942-1979).

En el Informe de Gestión de la directora Morera, N. (2015) se registraron los siguientes temas de investigación:

El Prodeco titulado: Los desafíos contextuales costarricenses asumidos desde el Trabajo Social. Articulación de la docencia, la investigación y la acción social para la generación de conocimientos y propuestas de intervención.

Es el programa marco de los Nidias y desde cada eje temático se desarrolló la investigación. En la mayoría de los casos a cargo de una sola persona investigadora.

-Trabajo, pobreza, asistencia y seguridad social: accesibilidad a derechos económicos y sociales en Costa Rica.

-El Trabajo Social en el sector justicia: aportes teórico metodológicos para la comprensión de la conflictividad social y para el análisis de la incidencia de la política social y criminal en las familias costarricenses.

-Rupturas y continuidades de los fundamentos sobre la Escuela de Trabajo Social.

-Las políticas públicas costarricenses en materia de familias: estudio en el PANI, IMAS e Inamu.

-Desafíos profesionales de los y las trabajadores(as) sociales del primero, segundo y tercer nivel de atención de la C.C.S.S ante la situación actual del Sector Salud en Costa Rica.

-Trabajo Social, Sociedad y Ambiente.

-Fundamentos históricos de la génesis del Estado moderno y su relación con la producción capitalista.

-Trabajo y clase trabajadora: debates teóricos-históricos sobre su surgimiento en Costa Rica.

-Cuestión social, fundamentos del Trabajo Social y tradición marxista en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica 2004-2016”

-Derechos humanos y Trabajo Social: ¿Subsumir la emancipación?

-Análisis de los trabajos finales de graduación de licenciatura. (Escuela de Trabajo Social, UCR: 1942-1979.

Aunque el Prodeco concluyó formalmente, además de los temas indicados parece que los ejes temáticos de los desafíos contextuales y sus ejes transversales preservan relativa vigencia como temas de investigación con respecto a los desafíos contextuales en documentos producidos para la actualización de la formación profesional y el perfil de salida (2018/2019 de la Sección de Docencia) así como en el Informe de avance del Plan estratégico presentado en Asamblea de Escuela en julio, 2020. Estos documentos muestran una actualización de datos para la caracterización de temas desafiantes, que fueron presentados como temas estratégicos para la Escuela de Trabajo Social años atrás.

Otro asunto de gran relevancia es el aumento presupuestario que se dio entre 2006-2014 con nueve tiempos completos, según datos de la jefa administrativa de la ETS\UCR, Guerrero, R. (2021). El incremento de este presupuesto mediante “descongelamientos de plazas” estuvo fundamentado en el proceso de autoevaluación y el plan de mejora para la reacreditación. Procesos que fueron negociados por la Dirección de la ETS (Molina, M.L.) con la Vicerrectora de Docencia (Herrero, L.). Todo ello con la finalidad de fortalecer el desarrollo de la investigación y lograr la estabilidad presupuestaria para la carga académica de los diversos procesos del trabajo académico.

Como corolario del camino recorrido en el desarrollo de la investigación en la Escuela de Trabajo Social se plantea la pregunta: ¿Por qué el Prodeco -como resultado de una lenta trayectoria para posicionar la producción de conocimientos y fortalecer la existencia de un programa de investigación, antecedente necesario para crear un Centro de Investigación-, no fue renovado?

La posible respuesta a modo de hipótesis es la siguiente:

La comunidad académica de la ETS no logró formular proyectos investigativos a cargo de equipos que dieran mayor desarrollo y sostenibilidad a una visión compleja de la investigación que encarara las temáticas que articulan el triángulo medular en la comprensión de esta profesión: cuestión social- Estado (política social) y trabajo social mediante la propuesta de una triple integración contenida en el Prodeco y la estructura operativa de los Nidias, como fase previa a la creación de un Centro de Investigaciones en la ET. Lo anterior estaría vinculado con:

- insuficientes proyectos de investigación presentados por equipos de académicos, para cada una de las temáticas correspondientes con los desafíos contextuales, operados por las Nidias.

- desconocimiento y falta de difusión de los fundamentos del Prodeco y de su estructura organizativa matricial.

- la relativa fuerza del individualismo que actúa como caja de resonancia de los aires neoliberales en el ámbito académico obstaculiza la formación de equipos para formular y desarrollar investigaciones. Ese individualismo no se alinea con la visión Prodeco sobre el significado de ser intelectual académico en la universidad vs ser un trabajador asalariado del sector educación que cumple una tarea a cambio de un salario.

- insuficiente número de equipos de investigadores (mostrado en los Informes de gestión de las direcciones de Castillo, C.; Ma. Morera; N., Meoño. R.) que produjeran resultados científicos atinentes a las líneas de investigación expresadas en este programa. Los informes muestran proyectos unidocentes.

- las cargas académicas negociadas y aumentadas para desarrollar la investigación fueron desplazadas con el objeto de darle sustento a las decisiones tomadas en relación con la desconcentración de la carrera en la sede de Limón; la ampliación del cupo de nuevo ingreso de más menos 70 a 110 estudiantes por año, con la consecuente necesidad de aumentar la oferta de cursos y la cantidad de las modalidades de trabajos finales de graduación.

Lo anterior se “comió”, en buena medida, los 9 TC de carga académica y con el paso de los años redujo las posibilidades de maduración como comunidad generadora de investigaciones y constructora de la base necesaria para crear un centro de investigaciones.

A MODO DE COROLARIO FINAL: ALGUNAS REFLEXIONES

La complejidad y barbarie de la vida social demuestra la urgencia de aprehender objetos de investigación insertos en la relación fundacional: cuestión social -Estado -política social.

Es importante considerar el camino recorrido por la Escuela de Trabajo Social y las inflexiones y experiencias desarrolladas en un contexto en el que imperan las urgencias-país en términos de la desigualdad social, la regresividad en derechos sociales, el desempleo y la precariedad laboral, el deterioro de la salud física y metal, el difícil acceso a la vivienda y a la insuficiencia en la conectividad como sustento de la educación, elevado costo de vida, no aumento de salarios ni de pensiones, reducciones significativas en la inversión social y, por tanto, en la materialidad de los servicios sociales; la violencia (hacia la mujer, la violencia social, la criminalización de la protesta ciudadana); el deterioro ambiental y el incremento del riesgo por impactos devastadores de fenómenos de la naturaleza, entre otros. Todo esto interpela a la comunidad académica y a los procesos decisorios para el funcionamiento de las universidades públicas en contextos restrictivos, como se evidenció en las recientes negociaciones del FES.

Focalizar objetos de estudio contenidos en sujetos de atención profesional según clase social, género y diversidades humanas, etnias, edades como expresiones de la cuestión social, condensadas en estos grupos sociales, y determinar cómo enfrentan esa complejidad los movimientos y las organizaciones sociales son interpelaciones urgentes de atender desde la docencia, la investigación y la acción social.

También es imperativo ocuparnos del Estado y de las orientaciones regresivas de la política social en relación con cualquier expresión de la cuestión social.

Es urgente la investigación para nutrir las revisiones del currículo (con casi 20 de años de su última versión) investigar sobre los resultados de la formación, las competencias profesionales y contrastarlas con un perfil de salida de la formación profesional que requiere también ser actualizado.

Es necesario, asimismo, investigar y estudiar las vertientes teóricas que constituyen los fundamentos del trabajo social para nutrir competencias docentes y desarrollar investigación básica.

Sobre todo, es impostergable la creación de condiciones laborales institucionales que le posibiliten a la comunidad académica atender los compromisos y fortalecer sus motivaciones para asumir la concepción de equipos de investigadores a cargo de proyectos y programas con sostenibilidad, relevancia y pertinencia. Crear, además, una comunidad de intelectuales comprometidos con la producción de conocimiento que beneficie a la colectividad. Lo anterior tiene como condición necesaria la formación postgraduada de jóvenes académicos comprometidos con el desarrollo de la excelencia y, fundamentalmente, con la urgencia de comprender la crisis contemporánea del capital. Este es el factor determinante para interpretar nuestra época histórica sin prejuicios y preconceptos de orden ideológico. Sin esto no habrá inflexiones, ni rupturas para saltos cualitativos. No estoy pensando en adoctrinamiento, estoy diciendo que la comprensión marxista de la economía política es, hasta ahora, la única teoría social y económica que explica históricamente el origen y el desarrollo contradictorio del capital. Se requiere conocer los fundamentos del método si decimos que se comparte el trabajo social crítico como fundamento de la formación, producción de conocimientos y acción social.

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