El lenguaje político de la angustia moral: parte I

Resumen

Dada la ubicuidad de los “recursos escasos” en los servicios públicos bajo el régimen del neoliberalismo en Canadá, así como en otros países, el término angustia moral ha ganado terreno en círculos profesionales. Para profundizar en este término, revisé parte de la literatura para obtener una idea de su esencia y contexto. La angustia moral puede definirse como “la experiencia de estar seriamente comprometido como un agente moral al practicar de acuerdo con los valores y estándares profesionales aceptados. Es una experiencia relacional moldeada por múltiples contextos, incluyendo el contexto sociopolítico y cultural del entorno laboral” (Varcoe, Pauly, Webster & Storch, 2012, p. 59). La angustia moral implica una violación de los valores profesionales y personales, la conciencia moral y las obligaciones éticas fundamentales.

Aunque algunos colegas todavía aconsejan “dejar ir” las situaciones de angustia moral (como si pudiéramos “dejar ir” nuestros valores a voluntad), la literatura de trabajo social y campos relacionados confirma que los profesionales de la ayuda experimentan angustia moral cuando no pueden llevar a cabo las obligaciones morales y los estándares de cuidado en el entorno en el que habitan (Dzeng & Wachter, 2019). Los ayudantes se ven afectados de manera adversa y acumulativa, en términos físicos, emocionales y espirituales. Además, la cultura capitalista dominante normaliza la insensibilidad de las personas hacia el sufrimiento de los demás, así como promueve la aceptación de políticas sociales injustas y restricciones organizacionales como “hechos dados”, exacerbando aún más la experiencia vivida de la angustia moral.